Estas dos buenas amigas han quedado para ver una película de terror. No sé si se debe a la adrenalina que corre por sus venas tras semejante maratón de sustos, pero ambas chicas comienzan a acariciarse y comerse los coños. Tomo nota. La próxima vez invitaré a las mujeres a ver un film de miedo a mi casa. Ojalá acabe como Romy Indy y Scarlett.