Alexa Payne no tenía ganas de cocinar esta noche e hizo un encargo de comida rápida. Cuando el repartidor por fin llega a su puerta, ella se sorprende de lo atractivo que es y le invita a pasar dentro de su casa. Una vez en el dormitorio, ella no muestra ningún interés por la comida, sin embargo, sí que muestra un apetito voraz por la enorme polla negra de ese tipo afortunado.