Justo después de que su hijastro saliese bien limpito de la ducha, Perla López no tarda ni medio segundo en despojarle de su toalla y comenzar a mamarle la pija. El pobre muchacho apenas termina una sesión de sexo con la madrastra y ya tiene que empezar otra vez de nuevo. Así se ve obligado a darse duchas varias veces al día. Supongo que por este motivo la factura del agua y el gas que tienen es tan elevada...