Maya Rose se está dando una ducha purificadora para recibir a su marido como se merece. Ella ignora de que el mejor amigo de su marido, Jordi, está en la casa. Este rufián no tarda en hacer de las suyas y comienza a espiar a la joven esposa mientras se está duchando. Cuando ella le descubre, le pide que se vaya de casa, pero Jordi la recrimina diciéndole que Maya es simplemente una mujer trofeo. En lugar de enfadarse, ella decide mostrarle sus habilidades sexuales y el motivo principal por el que su marido la ha escogido.