Cuando Sara Diamante se presentó para su masaje y descubrió que su masajista estaba tatuado de la cabeza a los pies, ¡se puso como una puta cuba! Evidentemente, él captó sus deseos sexuales, así que le mostró lo dura que le ponía la polla. Sara nunca se había follado una polla tan grande, ¡pero aun así dejó que se la metiera por el culo!