Hacía mucho tiempo que Nana Seka no recibía la visita de su nieto favorito en acción de gracias. Bueno, en realidad, ella no es su abuela, sino su abuelastra. Pronto esta mujer mayor se dará cuenta de que el muchacho ya no está interesado en el tipo de actividades que realizaban juntos años atrás. Ahora él es todo un hombre y parece tener otro tipo de necesidades... Curiosamente, ella también parece sentir cómo despierta en su coño un fuego y una necesidad que creía extinguidos...